Por Daril de la Nuez
Tutankamón es sin lugar a dudas el faraón más famoso del Antiguo Imperio Egipcio. Más que por su relevancia política, la cual al parecer no fue tan importante ya que murió muy joven, la importancia de este personaje hay que buscarla en su valor como pieza arqueológica, ya que cuando fue hallado en 1922, el estado de conservación de su momia y los objetos que la rodeaban significaron uno de los descubrimientos de la antigüedad más reveladores.
Entre los tantos misterios que desde entonces se han tejido sobre este joven faraón, está el de la identidad de sus padres, dilema que ha generado múltiples teorías a lo largo de los años.
Hijo de Akenatón
Hace un tiempo, y tras rigurosos estudios antropológicos, los científicos llegaron a la conclusión de que Tutankamón era hijo de Akenatón, uno de los faraones más reconocidos en la historia ya que fue el que convirtió a Egipto en un imperio monoteísta, es decir, que adoraba a un solo Dios por encima de todo, el cual fue nombrado Atón.
No obstante, el misterio de quién fue su madre seguía siendo el punto de mayor debate en la comunidad científica. El análisis detallado de la momia del joven de 19 años, mostró que este padecía de numerosas malformaciones, entre las que destacaban el paladar hendido y un pie deforme, lo cual se atribuyó a problemas derivados a la consanguineidad, es decir, las relaciones entre miembros cercanos de una misma familia.
La madre de Tutankamón
Estas conclusiones descartaron parcialmente una de las hipótesis que más se habían planteado, que la reina Nefertiti, esposa de Akenatón y con el que tuvo varias hijas, podría ser la madre de Tutankamón, ya que no se había demostrado ningún parentesco entre ambos esposos.
Sin embargo, el egiptólogo francés Marc Gabolde y su equipo de la Universidad Paul Valery-Montpellier III demostraron que Nefertiti sí estaba emparentada con Akenatón, siendo prima hermana de este. Sus resultados, publicados en el boletín de la Universidad de Harvard volvieron a reforzar la hipótesis sobre la maternidad de Nefertiti sobre el joven faraón. Plantea que lo que mostraba el ADN de Tutankamón, que hacía pensar que sus padres debían de ser familiares muy cercanos, más exactamente hermanos, se debe en realidad a la realización durante tres generaciones de matrimonios entre primos hermanos, lo cual fue produciendo una alta consanguineidad en la familia. Las relaciones incestuosas no eran poco comunes en esa época en Egipto.
Aunque este estudio no es absolutamente concluyente afirmando que la madre de Tutankamón fue la reina Nefertiti, sí aporta evidencias muy importantes que permitirán seguramente más temprano que tarde descubrir la mujer que trajo al mundo al más famoso de los faraones.
¿Qué te ha parecido este interesante descubrimiento?
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